José Luis Solanilla
Desde hace unas semanas, van llegando a los mercados los nuevos aceites de oliva virgen extra de la última cosecha. Los grandes avances en la investigación y mecanización de los procesos para la recolección de la aceituna y para la obtención de su rico y saludable zumo nos permiten disfrutar de unos productos con la máxima calidad.
Pero ¡ojo! El aceite de oliva es uno de los productos agroalimentarios en los que no se puede decir aquello de que era mejor el que se hacía en épocas pasadas, en las antiguas almazaras de prensas tradicionales. Pero la falta de cultura gastronómica hace que grandes sectores de la población, e incluso de profesionales de la restauración, sigan pensando que es preferible aquel aceite. Es una pena, ya que en España, y Aragón no es una excepción, tenemos los mejores aceites de oliva del mundo y esa falta de información nos impide disfrutar de un producto indispensable en la cocina mediterránea y con unas propiedades nutricionales y organolépticas que no tiene ninguna otra grasa vegetal.